En el pasado, los tatuajes a menudo se asociaban con la rebelión y la no conformidad, lo que llevaba a un estigma generalizado en los entornos profesionales. Sin embargo, a medida que las normas sociales evolucionan, ha habido un cambio gradual en las actitudes hacia los tatuajes en el lugar de trabajo. Se está volviendo más común ver a profesionales de diversos campos mostrando orgullosamente su tinta. Este artículo explora las percepciones cambiantes de los tatuajes en el lugar de trabajo, analizando los factores que han llevado a una mayor aceptación y las posibles implicaciones para individuos y organizaciones.